Hoy ha venido mi hija y su chico y han traído una caja enooooorme y pesada.
Abrirla en la cocina y ¡¡sorpresa!! era un rascador gigante.
Lo hemos montados y este ha sido el resultado:
Mientras estaba la 'visita' los gatos han sufrido una crisis de timidez y no han asomado el morro, pero, en cuanto se han marchado: ¡Hala! a inspeccionar el nuevo juguete.
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